Teide (Parque Nacional del Teide) - Lugares de Interés en Tenerife

El Teide es el pico más alto de España (3.718 metros), Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, se convierte en una visita imprescindible. Bello y grandioso, te hará sentir minúsculo.

El Parque Nacional del Teide ocupa la zona más alta de la isla de Tenerife y de España (en Canarias). Declarado el 22 de enero de 1954 como Parque Nacional del Teide, es el mayor y más antiguo de los parques nacionales de las Islas Canarias y el tercero más antiguo de España. En 2007 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y también desde ese año el Parque Nacional del Teide es considerado como uno de los 12 Tesoros de España.

En esta zona se encuentra el volcán del Teide que con sus 3.718 metros, es el pico más alto de Canarias, de España y de cualquier tierra emergida del Océano Atlántico. Es además, el tercer volcán más grande del mundo desde su base, sólo superado por el Mauna Loa y el Mauna Kea en Hawái. Junto al Teide se encuentra la segunda montaña más alta del Archipiélago Canario, el Pico Viejo con 3.135 metros sobre el nivel del mar, siendo ambos las únicas montañas canarias que sobrepasan los 3.000 metros de altitud.

El Parque Nacional de las Cañadas del Teide incluye un enorme cráter volcánico de 48 km de circunferencia, de donde sale el Monte Teide con sus impresionantes 3.718 metros de altura, convirtiéndolo en la montaña más alta de España.

Teide (Parque Nacional del Teide)

El parque se encuentra a 2000 metros del nivel del mar y tiene nieve en invierno, altos vientos huracanados y a veces se cierran las carreteras. Durante los meses de verano este terreno árido ofrece la impresión de estar en una película de vaqueros, y puede ofrecer temperaturas superiores a los 40ºC.

El acceso al volcán extinguido se obtiene a pie o en un funicular que le lleva a la cima. Desde la cima, en un buen día claro, está en el cielo y le ofrece paisajes sorprendentes de Gran Canaria, La Palma, La Gomera y El Hierro. Esta es la atracción turística más visitada de las Islas Canarias, no se la debe perder.

Teide (Parque Nacional del Teide)

En él encontramos un fascinante y extraño paisaje labrado durante milenios por la furia de los volcanes. Ya en Agosto de 1492, Cristóbal Colón avistó desde la Gomera la última gran erupción, antes de salir en su primer viaje para América. En 1798 se registraron erupciones, esta vez de menor intensidad. Pero ya entre ambas, el Teide había arrojado más de 12 millones de metros cúbicos de material volcánico hacia las laderas de la montaña Chahorra; ríos de lava, montañas de roca negra e inmensos peñascos como cuchillos, que, en su conjunto, configuraron lo que hoy llaman los isleños las narices del Teide.

El Teide muestra gran belleza en invierno con su cumbre nevada Para ascender a la cumbre existe un teleférico en la carretera del Parque, por él se asciende desde una altura de 2.300 a 3.600 metros. No siendo apto para enfermos cardiacos, por el cambio tan violento, pues en tan solo 15 minutos se suben 1.300 metros.

Desde aquí hasta el cráter del volcán hay un trecho a pie. Desde la cima se divisa, en un día claro, una impresionante panorámica. Para asomarse al volcán hay un sendero que se puede usar previo permiso de la Administración del Parque, los cuales organizan también visitas guiadas gratis a pie y en vehículos todo terreno.

La cúspide del Teide está formada por un antiguo cráter, el de la Rambleta, de 850 m de diámetro. En su interior, emerge el "Pilón de Azúcar", punto que culmina con un cráter, a 3.718 m de altitud, que aún presenta actividad volcánica en forma de fumarolas y solfataras a 85º C de temperatura.

Teide (Parque Nacional del Teide)

El volcán está rodeado por numerosos conos volcánicos secundarios como Montaña Chahorra o Pico Viejo, a 3.100 m de altitud, que cuenta con un cráter de 800 m de diámetro, o Montaña Rajada, donde abunda la obsidiana, vidrio volcánico de color negro brillante.

Bajando desde la cima se llega a Las Cañadas del Teide, que son llanuras de tierra que en su tiempo fueron pastizales utilizados por los guanches, (población originaria de la isla), y en las que se encuentran hoy campos de lava llanos o formando cuevas, como es el caso de la Cueva del Hielo o la Cueva de los Cazadores, y formaciones de roca estratificada en esculturas caprichosas, como lo son los Roques de García desde donde se divisa una fantástica panorámica de la llanura.

En este paraje se encuentra una gran cantidad de especies botánicas rarísimas, como el tajinaste rojo, que florece cada primavera alcanzando hasta 3 m. de altura; o el rosal guanche, del que hay tan solo unos 50 censados en todo el mundo; o la violeta del Teide, especie muy resistente a alturas extremas, que crece en las laderas. También la fauna autóctona es de gran interés, como el lagarto tizón, o el pinzón del Teide de color azul intenso.

La excursión es difícil y cansada, y está sometida a importantes restricciones, como es la prohibición de recoger cualquier tipo de mineral, vegetal o especie animal, todo ello necesario para la conservación de tan extraordinario paraje, pero merece realmente la pena.